Buscaba material para mis clases y en una página web, que no era de recursos didácticos, me encontré con este cuento. ¡Me encantó! Felicito a su autora _ Teresa Giménez _ y de paso, pido su permiso para compartir con vosotros su escrito:
Los príncipes azules destiñen
Esperaba a mi príncipe azul pero nunca llegaba.
-Los príncipes azules no existen- Decían unos.
-Los príncipes azules destiñen- Decían otros.
-El que tenga que ser para ti, tuyo será- Decía mi madre.
Mientras, las películas y los cuentos estaban repletos de príncipes maravillosos.
Y yo continuaba esperando...
Y aparecían príncipes y más príncipes...
Pero ninguno era azul y ninguno me daba la felicidad.
Así que un buen día dejé de esperar. -No necesito un príncipe- me dije.
Y entonces ocurrió algo mágico. Mi corazón comenzó a llenarse y a expandirse, ¡parecía tener alas! Y de repente me dí cuenta de que todo este tiempo el amor había estado dentro de mí... Y yo no lo había visto porque estaba "esperando".
En aquel preciso instante me enamoré de mí misma.
¡Y luego apareciste tú!
Y tú no eras azul, ni perfecto, ni eras verde, ni amarillo, ni rojo... ¡Eras de todos los colores! ¡Eras maravillosamente imperfecto! ¡Eras de carne y hueso!
Y no me dabas la felicidad, sino que multiplicabas la que yo sentía. Y eras tierno, y dulce y me llamabas princesa. Y yo me sentía la princesa más afortunada del mundo, de la tierra y del universo porque, finalmente ¡había encontrado a mi príncipe!
3 comentarios:
estoy de acuerdo con todo lo que dice el cuento.cuando buscas ironicamente dejas de encontrar, te ciegas,,,
besos
y yo que sigo esperando.... ¡me tocara empezar a ponerle alas a mi corazón!, muuy buen cuento, muy buena elección.
Cada historia, cada cuento, cada vida se alimentan de buenos y malos momentos, pero sólo los protagonistas elegimos los finales.
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