Cuenta la leyenda que el joven Shon ap Shenkin se sintió cautivado por una mágica, estival y envolvente tonada mientras paseaba por el bosque una mañana veraniega. Shon detuvo su caminata para escuchar mejor las notas. Cuando las hadas dejaron de tocar Shon se levantó y para su sorpresa, el exuberante árbol que le había dado cobijo había dejado de ser grandioso, ahora estaba mustio y seco. Regresó a casa y de nuevo se sobresaltó, ésta también había cambiado: la pared estaba cubierta de hiedra, los cristales de mugre y el tejado más viejo y descolorido. Antes de poder cruzar el umbral de la puerta, salió a recibirlo un anciano que le preguntó que hacía por allí. Shon, tremendamente conmocionado, le dijo que hacía poco rato que había ido a pasear y que en esa misma casa seguro le esperaban sus padres, su esposa y su hijo para tomar el almuerzo. Entonces el anciano de larga barba blanca le preguntó su nombre _ "Me llamo Shon ap Shenkin" _ respondió Shon sin salir de su asombro. El rostro del viejito se cubrió con una palidez absoluta y cuando pudo pronunciar palabra dijo _"Cuando era un niño, oí tantas veces a mi abuelo, tu padre, hablar de tu extraña desaparición"_, Shon no pudo continuar oyendo el resto, la misma tristeza lo convirtió en polvo y las hadas del viento lo esparcieron por el bosque aquel en el que las hadas danzarinas lo atraparon.
Me encanta la distinta percepción que las leyendas celtas no dan del mundo que nos rodea. Polvo somos, y en polvo nos convertiremos.
7 comentarios:
Preciosa la leyenda, muy bonita y como siempre, muy bien contada. Sigue así
Definitivamente las hadas como seres mágicos son las más nobles. Puesto que son tan pequeñitas que en su corazón sólo tienen espacio para un sentimiento a la vez; no son hipócritas ni mentirosas, sólo se expresan y ya.
Es verdad que algún seremos polvo y por eso no debemos creernos sujetos invencibles, prepotentes o dueños del mundo.
Una leyenda dulce que nos da la oportunidad de imaginar que aquellos mundos llenos de fantasía sí existen. ¡Felicitaciones!
Me gustó el título de tu blog.
Seguire pasando por aqui.
Gracias
Me voy a sacar el doctorado en hadas contigo!. Muy-muy bonita la leyenda celta. No la conocía, así que gracias por contarla (tan bien). Aterrador golpe de realidad con esa moraleja, aunque más vale llegar a oírlas algún día, rendirse a sus tonadas y rodearse de afables hadas para que durante su largo (para nosotros) baile que nos conduzca a la vejez nuestra vida sea tan agraciada y deliciosa como sus voces.
Perfecto, sis. Un abrazo!
Gracias por tu visita a mi blog, espero verte a menudo.
Saludos...
Hola qué tal todo??
Gracias por pasarte por mi blog, te seguiré!!
un saludo!!
P.D. Muy buenos textos
joselop44: aprendí muchas leyendas en mi estancia en Irlanda, puede que poco a poco os las cuente todas. Gracias.
Isabel: estoy de acuerdo contigo. Sin ánimo de ofender a nadie, lo mismo que afirman la existencia de dioses a los que no han visto, ¿por qué no iban a existir las hadas, los elfos, los gnomos o los trolls? Gracias por perder un ratito de tu tiempo paseando por aquí.
antonio: lo primero, gracias y lo segundo, bienvenido. Paséate por aquí siempre que quieras. Serás bien recibido y tus comentatios también.
Nadiemeentiende: las moralejas es lo que tienen, nos muestran tal y como es la realidad. Gracias por tu comentarios y tus elogios.
troncha: no lo dudes, te haré visitas siempre que pueda. Encontré tu blog muy interesante y por eso te agregué a mi lista de caminantes.
Critter Venudo: no hay de qué. Gracias a tí por querer Pasearte por Petardulandia. Espero "verte" por estos lares en más ocasiones. PD No me pareces tan neurótico ni malhumorado cuando escribes; sigue haciéndolo así de bien.
Besitos pa'repartir.
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