Money, money

_"Abuela, ¿es que todo cuesta dinero en esta vida?"_ le preguntaba de pequeña a mi abue.

_"Poderoso Don Dinero, que me da todo lo que yo quiero"_ ella contestaba, acompañada de un suspiro.

Con el paso de los años, parece ser que la situación no ha cambiado, y que seguimos necesitando de la ayuda de Don Dinero para poder obtener bienes que suponemos nos darán la felicidad.

Eso mismo es lo que debió pensar María Belén Esteban Menéndez, también conocida como la Esteban y famosa por frases tan repetidas como "Andreíta, cómete el pollo" o "Yo, por mi hija, MA-TO" [el/la que no sepa de qué va la cosa, que lo dudo, pues que escriba en el buscador de Google Belén Esteban y se informe] y ni por todo el oro del mundo parece haber encontrao la fórmula que es más secreta que la de la Coca-Cola: la fórmula de la felicidad. A lo que iba, que pierdo el hilo. Estamos en época de crisis... ¡Qué no lo sabías! Bueno, pues yo te lo recuerdo, y además te comento que este crac económico no parece ser el mismo para todo el mundo. Conozco yo muchos casos cercanos de gente, que después de haber sido unos currantes de toda la vida, sus empresas quebraron o los despidieron, por recorte de personal, y ellos y ellas se han tenido que apretar mucho, muchísimo el cinturón para llegar a fin de mes con los 426 euros y pico que el gobierno les ha dado como ayuda durante menos de medio año. También sé de los que aún tienen "suerte" y siguen trabajando con unas nóminas que no llegan a los 1.000 euros mensuales, y deben considerarse "afortunados" porque, al menos, algo entra en la casa para dar de comer mínimo a dos bocas. Claro que, luego está esa otra cara de la moneda, en la que están todos esos y esas que ganan una pasta curiosa y lo mejor de la historia es que no tienen ni oficio ni beneficio, de ejemplo, pues esta muchacha de San Blas (a la que parece que hoy le tenga un poco de manía), considerada la princesa del pueblo, ¡qué disparate! Por contar su vida, como ella dice, cobraba 24.000 euros de sueldo cuando era colaboradora de un exitoso programa matinal y, ahora que es co-presentadora del programa más visto en la franja horaria de la tarde ha subido su caché de forma vertiginosa (a esa nueva cantidad se le puede añadir lo que consigue por sus exclusivas en prensa, lo que saca por ser imagen de una empresa de menaje del hogar o lo que pide en los bolos y presentaciones). En "su" programa actual comentan, especulan, critican o malmeten sobre cualquier tema [*], pero me parece que aún no los he escuchado hablar sobre la situación a la que Belén se enfrenta por las irregularidades que ha cometido con Hacienda a través de dos empresas de las que ella es la única administradora. Belencita, si tienes la friolera de 560.000 euros para comprarte un chalecito en Paracuellos, también puedes saldar la deuda de 120.000 euros con la administración del estado; no te olvides que si los engañas a ellos nos engañas a nosotros, que Hacienda somos todos.

[*] No viene a cuento, quizás, pero no me podía quedar sin comentar algo que me indigna en referencia a ese programa y a otros parecidos que se emiten por las tardes. Sólo tratan temas que vendan, que les proporcionen audiencia fácil; dan carnaza fresca y los tontos televidentes picamos. ¿Sabes ya que Ángel Cristo ha muerto sumido en la miseria? Claro, para él igualmente llegó la crisis. Pero, ¿te has enterado que también ha muerto Jordi Estadella? "1, 2, 3" te lo repito otra vez, Jordi Estadella ya no está entre nosotros. Esta pérdida no interesaba, ¿no? Propongo, muy en serio, que apaguemos nuestras teles y de paso los ordenadores. Salgamos ahí fuera y disfrutemos de una vida que nos perdemos si pasamos todo el día pegados a cualquier pantalla. Vayámonos todos ahora; los más pobres, comprémonos algo barato (un paquete de pipas o un botellín de agua mineral) y salgamos a pasear. Hace una tarde maravillosa, no deberíamos desperdiciarla.