Pensé que eras mi amigo, ese en el que confié contándole mis secretos, ese al que confesé mis temores, el mismo al que le dije todo lo que me preocupaba y ahora sólo eres el enemigo que me ha traicionado, dejando al descubierto, para los demás, mi interior.
Puede que fueras el hijo, el hermano o el nieto perfecto; hasta que dejaste de representar esa perfección para comenzar a personificar la decepción; título ganado a pulso con tus modos, tus contestaciones y tus acciones.
Quizás viera en tí al mejor compañero, dispuesto a obsequiarme con su experiencia y paciencia. Sin embargo, un día olvidaste ser amable, tu trabajo ya sólo te beneficiaba a tí mismo y nos pisoteaste a los demás para ascender a lo más alto, llevando el currículum embellecido y pulido con el esfuerzo de los demás.
Si fueras rico, amasarías más y más fortuna para estar aún más podrido de dinero. Si hubieras nacido león te comerías todo lo cazado y la manada moriría de hambre. Si te convirtieras en periodista te daría igual disfrazar la verdad o inventar mentiras imposibles, si con ello pudieras conseguir la mejor y más sorprendente noticia, pues eres el egoísmo en estado puro, consciente en todo momento de anteponer los intereses propios. Pequeñas dosis de ego pueden llegar a ser una cualidad, pero si éste se convierte en el eje central de lo que dices, piensas y haces, es un defecto.
La vulgaridad del ser humano lleva tu mismo rostro. Nos desprecias, así que deja de hacer gala de falsa humildad en tus exhibiciones. Te hemos descubierto y nos ha quedado muy claro que lo realmente importante para tí, eres tú mismo. Penoso, eso es lo que eres.
NOTA ACLARATORIA: Esta entrada ha sido inspirada en todas aquellas personas que conozco con el ego demasiado subido y no en alguien en particular.
2 comentarios:
Más humildes es lo que deberían ser muchos, pero el egoísmo y la ambición les pueden. Sabes qué les pasa siempre a esta gente tan acomplejada que quieren ser más que los demás porque son en verdad insignificantes?. Que terminan viviendo con su ego, porque nadie les quiere al lado. Infelices...
PD: Así que pequeñas dosis de ego pueden ser una cualidad, eh?... Te odio!
Besos varios!
Lo que he escrito y lo que has añadido es todo cuánto se puede decir de los "pobres egoístas"; por lo demás ya no merecen más contemplaciones por nuestra parte, no crees?
Más besitos para tí.
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