martes, 9 de diciembre de 2008

Deja de mirarte el ombligo


Pensé que eras mi amigo, ese en el que confié contándole mis secretos, ese al que confesé mis temores, el mismo al que le dije todo lo que me preocupaba y ahora sólo eres el enemigo que me ha traicionado, dejando al descubierto, para los demás, mi interior.
Puede que fueras el hijo, el hermano o el nieto perfecto; hasta que dejaste de representar esa perfección para comenzar a personificar la decepción; título ganado a pulso con tus modos, tus contestaciones y tus acciones.
Quizás viera en al mejor compañero, dispuesto a obsequiarme con su experiencia y paciencia. Sin embargo, un día olvidaste ser amable, tu trabajo ya sólo te beneficiaba a mismo y nos pisoteaste a los demás para ascender a lo más alto, llevando el currículum embellecido y pulido con el esfuerzo de los demás.
Si fueras rico, amasarías más y más fortuna para estar aún más podrido de dinero. Si hubieras nacido león te comerías todo lo cazado y la manada moriría de hambre. Si te convirtieras en periodista te daría igual disfrazar la verdad o inventar mentiras imposibles, si con ello pudieras conseguir la mejor y más sorprendente noticia, pues eres el egoísmo en estado puro, consciente en todo momento de anteponer los intereses propios. Pequeñas dosis de ego pueden llegar a ser una cualidad, pero si éste se convierte en el eje central de lo que dices, piensas y haces, es un defecto.
La vulgaridad del ser humano lleva tu mismo rostro. Nos desprecias, así que deja de hacer gala de falsa humildad en tus exhibiciones. Te hemos descubierto y nos ha quedado muy claro que lo realmente importante para , eres tú mismo. Penoso, eso es lo que eres.
NOTA ACLARATORIA: Esta entrada ha sido inspirada en todas aquellas personas que conozco con el ego demasiado subido y no en alguien en particular.







2 comentarios:

Anónimo dijo...

Más humildes es lo que deberían ser muchos, pero el egoísmo y la ambición les pueden. Sabes qué les pasa siempre a esta gente tan acomplejada que quieren ser más que los demás porque son en verdad insignificantes?. Que terminan viviendo con su ego, porque nadie les quiere al lado. Infelices...


PD: Así que pequeñas dosis de ego pueden ser una cualidad, eh?... Te odio!

Besos varios!

Petardy dijo...

Lo que he escrito y lo que has añadido es todo cuánto se puede decir de los "pobres egoístas"; por lo demás ya no merecen más contemplaciones por nuestra parte, no crees?

Más besitos para tí.