lunes, 22 de diciembre de 2008

Renovando el fondo de armario

Aún siendo una niña se me quedó pequeño el vestido de la inocencia y a golpes de realidad comencé a vestirme como una persona mayor. Durante mucho tiempo llevé el uniforme de inconformista, hasta que me di cuenta que esta tendencia la llevábamos ya muchos, y no sé a los otros, pero a mí siempre me hacía estar metida en problemas. Fue entonces, cuándo me compré un vestuario más optimista y empecé a vestirme con las líneas de diseño de firmas tan conocidas como "FELICIDAD", "HAZ GALA DE TU BUEN HUMOR" o "CARPE DIEM". En esta ropa, más amplia y casual, yo me sentía bastante cómoda y todo podría haber seguido así si no llega a ser porque cometí un gravísimo error. Olvidé pulir y sacarle brillo a mi armadura, y un astuto lobo, que venía vestido con piel de cordero, me quitó la mía a tiras. Desgarró mi alma y dejó mi corazón al desnudo. Ya nada se puede hacer por aquella cándida niñita, ni por la rebelde adolescente y mucho menos por la expuesta mujercilla. De nada sirve cubrirse con un abrigo si el frío lo sientes dentro.










2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, ya sabes lo que pienso de esta entrada. Sobran más comentarios. Los errores sólo son fatales cuando no se aprenden de ellos. La luz de tu sonrisa te dará calor para cubrirte de ese frío. Sigue vistiéndote con mi vestido favorito. Y por si tú, lobo con piel de cordero, lees esto alguna vez, que sepas que NO SABES LO QUE TE HAS PERDIDO, SO PAYASO!!!

Petardy dijo...

Eres sencillamente adorable, bro... Sobran las palabras y faltarán siempre los besos y los abrazos, pues nunca llegarán a ser suficientes.