jueves, 29 de septiembre de 2011

Maletas vacías








Hace como unos siete meses lo tenía todo claro, estaba todo decidido. Empaqueté mis cosas y las fui enviando poco a poco al lugar dónde me iba a establecer. No me fui entonces con aquel equipaje porque aún trabajaba aquí y tenía que terminar ese compromiso laboral, no soy de las que dejan las cosas a medias. Estaba ilusionada por comenzar una nueva etapa, parecida o distinta a la que tuve en Belfast, pero tocaba volver a reinventarme, conocer gente diversa y averiguar qué cosas nuevas soy o no capaz de hacer. Estaba todo bien planeado, o eso parecía. Tenía el proyecto 99% asegurado de un trabajo, compañera de piso, piso a medio buscar y ganas, muchas ganas metidas en las maletas. Media casa la mandé para el norte. Ahora, me veo sin trabajo aquí ni allí, con un armario casi sin ropa de invierno y mis cosas por recoger. Supongo que debo tomármelo con filosofía, como el resto de eventos que ocurren en mi vida y sacar lo positivo de la experiencia. Cuando surgió la idea quizás estaba demasiado ansiosa por escapar de una situación que ahora se ha disipado y no pensé en que algo podría salir mal. Lo que tengo en este momento son unas maletas vacías, sí, pero que puedo ir llenando de nuevos proyectos y otras ilusiones. De momento, lo que toca es prepararse (otra vez) para las oposiciones sin preocuparme por el curro, pues tengo un dinerillo ahorrado que iba a ser destinado a los gastos de los primeros meses en ese lugar al que ya sólo iré de vacaciones, después de haber ido a recoger mis pertenencias, claro. Las cosas han salido así y no hay que darles más vueltas.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Microrrelatos XII

· La tarjeta de despdida·


A mediados de febrero, una pareja sentada cada uno a un lado del sofá; es ella quién rompe el silencio.


Ella.- Pero ¿cómo has podido hacerme ésto?

Él.- Nos... Verás... Es que nos hemos enamorado.

Ella.- Pero, ¡si es mi hermana! ¡¿Con mi propia hermana?!

Él.- Así es.

Ella.- ¿Así es...? ¡¿Es lo único que se te ocurre decir?!

Él.- Bueno, y que quiero el divorcio.

Ella.- ¡¿Divorcio?! Ni lo sueñes. Después de esta jugarreta vuestra no pienso daros vía libre, ni voy a ponéroslo tan fácil.

Él.- Nena, tienes que hacerlo, es lo mejor para los tres. Si me firmas los papeles saldremos de tu vida y cada uno podrá seguir su camino.

Ella.- ¡Oh, estupendo! El señor quiere los papeles y piensa que va a tenerlos porque sí. Pues, ¿sabes que? Qué lo único que voy a darte es una tarjeta de despedida. Vete de esta casa y no vuelvas ni a ella ni a mi vida.






Él se levantó y salió de ese adosado, que tanto les estaba costando pagar, sin mirar atrás. Ella se quedó mirando al infinito, pensando en lo finito del mes de febrero y en el fin de lo que habían sido 4 años de matrimonio.



martes, 6 de septiembre de 2011

Como la vida misma_ Nunca y siempre, siempre y nunca



A veces, la mejor escuela es la calle y los mejores profesores la gente que te vas encontrando por el camino, o incluso las que siempre han estado cerca de tus rutas. En cierta ocasión uno de esos amigos me aconsejó _"no pasar tanto tiempo en la biblioteca estudiando, pues allí no aprendería nada; que tenía que salir y conocer gente que me haría falta en el futuro"_, esa enseñanza aún hoy no la he olvidado, es más, alguna que otra vez le hice caso y salí de las cuatro paredes con estanterías rebosantes de conocimiento, pero se ve que no conocí a la gente adecuada que sepa mover hilos para estar bien posicionada. A lo que iba, que siempre me pongo a dar rodeos antes de decir lo importante. La cuestión es que ayer, otra de esas personas, que dan buenos consejos, me soltó una parrafada que quiero compartir con vosotros; a mí me dio en qué pensar, a ver el efecto que tiene sobre vuestras cabecitas:






" (...) cuando fui más joven aprendí que los amores eternos pueden acabar en una sola noche y que grandes amigos pueden llegar a ser grandes desconocidos. Y es que nunca se conoce una persona de verdad. Nunca se va a inventar nada mejor, ni más reconfortante que el abrazo de esa persona que tanto quieres, por eso disfruta del momento, vuestro momento. El mañana no está escrito, es por lo que el nunca más, nunca se cumple, pero ten cuidado porque el para siempre, siempre termina".


Gracias a M.R.S.