* Siempre he tenido muy claro lo que quería... Lo malo eslo turbio que los demás lo tenían todo.
* He podido contarle mis verdades a quién yo quería... Lo malo esque, de vez en cuando, había alguien que no me creía.
* No me afectan las ausencias voluntarias... Lo malo esque esa soledad provocada sea el disfraz de la venganza.
* Recompongo, trozo a trozo, mi "corazón partío"... Lo malo esque sé que nunca volverá a quedar como al principio; he perdido piezas por el camino.
* La experiencia me ha enseñado que es fácil sustituirme... Lo malo esque los que me han sustituído no van a poder contar conmigo nunca más.
* No me ha dado por meter mi nariz en asuntos ajenos... Lo malo esel fuerte olor a podrido que algunos de esos asuntos despiden.
* Quise ser justa en cada momento... Lo malo esque las injusticias me abrieron los ojos.
* Intenté superarme a mi misma cada día... Lo malo esque a veces, no encontré los límites a superar, y me sentí muy limitada.
* Ya no tengo intención de seguir arriesgando... Lo malo esque el que no arriesga nada, nunca gana.
* Debería haber mostrado más mis virtudes... Lo malo eslo vulnerable que estos encantos me hacían ante los demás. Menos hermosa, pero más frágil que una mariposa.
* La persona con la que realmente podemos contar, esa misma que nunca va a fallarnos, acude a nuestro lado en patinete si hace falta. No hay distancias largas, ni montañas altas, ni ríos bravos. Acude sin más, porque simplemente le necesitamos. En mi caso, sin menospreciar a nadie, mi madre es esa persona.
Me estoy convirtiendo en una persona muy, muy malvada y cruel. ¿Sabéis de esos demonios y angelitos que viven en nuestros hombros? Pues, a mí el ser rojo con cuernos me trae frita con tanta charla últimamente. El otro, el ente alado y diadema dorada, está mucho más callado, apenas si logro escuchar lo que me cuenta; parece haberse quedado mudo. A veces me da la sensación que se ha ido de vacaciones al Caribe y que no tiene intención de regresar.
Cada vez con más frecuencia, soy una persona menos prudente e hiriente en sus comentarios (con el caso que le había hecho de siempre a los consejos del angelote). En cambio, ahora parece como si el que lo hayan hecho antes conmigo me de licencia para portarme mal con los demás. Se me olvida que los otros también tienen un diablillo que los haga reaccionar para que me puedan hacer daño a mí también de nuevo; pero insistente, yo repito, repito y repito sin cesar lo que el de los cuernos me susurra, casi sin pensármelo.
Los límites del bien y del mal se han mezclado, todo es mal carácter y peores contestaciones, aunque aún tengo algo de sentido común y he buscado una solución momentánea para callar al maligno “colorao”; ahora mismo me voy a comprar esparadrapo en la farmacia más cercana para taparle la boca al de las perversas sugerencias, que yo no soy como él quiere que sea, que a mí no me gusta ser la persona en la que él pretende que me convierta.
· Pérdida de la noción del tiempo = se va a celebrar el aniversaio "x", y han pasado ya tantos años que se necesitan números romanos para contarlos. Los enamorados se miran a las caras, ven que necesitan un cambio, pero ninguno lo pide.
· Pérdida de comunicación = los componentes del binomio ya no se entienden, y en lugar de sumar alegrías, restan felicidad a los acontecimientos. Hablan de un cálculo distinto y, claro, luego obtienen resultados diferentes.
· Pérdida de ilusión = infinito no hay nada. En cuanto se le pone límites, el asunto deja de ser tan mágico e idílico. Se bajan los pies a la Tierra y se dan de bruces con la dura realidad. Todo puede tener un fin.
· Pérdida de la pasión = los grados Celcius que calientan el ambiente cada vez son menores. La pareja se enfría, y como el agua, si llega a los 0º C se congela del todo.
· Pérdida de credibilidad = hay un logaritmo que no falla; porque si se parte de la base "verdad" elevada tantas veces a la misma potencia "embustera", resulta que se iguala al número de veces en que se sueltan "mentiras" innecesarias.
· Pérdida de igualdad = esos que se querían ya no quieren ser fracciones equivalentes por más tiempo. La Ley Conmutativa de la suma (a + b = b + a) ha dejado de funcionar, y ahora la relación se convierte en quién suma más éxitos que el otro con los problemas matemáticos ... Al final uno, a ó b, se rendirá.
· Pérdida de confianza = lo que antes era un asunto de dos, de repente, se ha convertido en un polinomio con demasiados factores e incógnitas. Operaciones demasiado largas y complicadas en las que alguien deja de participar.
· Pérdida de compasión = surge ese sentimiento especial, llamado egoísmo de la raíz cuadrada, en el mismo momento en que uno ya sólo se multiplica a él/ella y a los éxitos por sí mismos tantas veces como sean necesarias, y el/la otro/a sólo tiene el valor de la unidad; no merece la pena seguir realizando más productos.
· Pérdida de amor = la bisectriz que los separa no va a permitir que se quieran nunca más. El intervalo tiene kilómetros de disociación. Los ex-amantes se convierten en dos antiguos puntos de un círculo (vicioso) a los que ningún diámetro volverá a poder unir, porque ahora son puntos apartados de una espiral, que se alejan más cuanto más se avanza.
Eres sólo un recuerdo que acabará perdiéndose en su memoria, pues ella quiere olvidar quién fuiste. Te lo dio todo y, a cambio, no recibió nada; bueno, recibió palizas. Una tras otra y día tras día. Su piel se tornaba de rosada a morada en cuestión de segundos. Justificabas los golpes con tus celos, tu inconsciencia o tus ganas. Jamás le pediste perdón y siempre lo empeorabas intentando hacerle creer que la culpa, después de todo, era suya. Cada bofetada iba seguida de una caricia y cada patada de un "te quiero". La querías mucho, ¿no? ¡Hijo de puta! Que tu señora madre te devuelva al lugar de dónde no debiste haber salido nunca.
Querer... ¡Hay tantas formas de demostrar buenos sentimientos!, pero tú no has sabido emplear ninguna. Y ella... Ella no quería que la amaras más, sino mejor.
Toda su vida hubiera pasado desapercibida si no llega a ser por la lucha que mantuvo esta estadounidense (1932-1985) para defender a los gorilas africanos.
Comenzó su carrera profesional tratando a niños discapacitados mentales; pero en la década de los 60 cumplió uno de sus sueños, conocer el mundo salvaje en su viaje al continente africano. Fue el antropólogo Louise Leakey la persona que la sumergió de lleno en el universo de los simios grandes, frágiles en el fondo. Hacía falta que alguien investigara el hermético universo de estos animales (de los que tan poco se sabía), y quién mejor que una mujer, con una sensibilidad innata, para introducirse en él y estudiar su compleja naturleza.
Aunque algo tímida, Dian siempre fue una luchadora fuerte que consiguió convertirse en la mayor defensora de los gorilas, transmitiendo sus ideas conservacionistas y en contra de la caza furtiva (llegando a poner trampas para los propios cazadores), inclusive después de su muerte; ya que es muy posible que si ella no se hubiera dedicado en cuerpo y alma a este cometido, probablemente los gorilas pertenecerían a la lista de especies desaparecidas. A partir de sus estudios cambió mucho el concepto que se tenía de estos animales tan nobles (se pensaba que eran violentos y carnívoros, de muestra, la imagen que se ofrecía con King Kong).
Vivió en Zaire, en el Congo y en Rwanda, estudiando gorilas y adquiriendo conocimientos de zoología que le hicieron convertirse en una auténtica amante de la naturaleza. Se introducía entre grupos familiares de gorilas y los imitaba, realmente convivía con la manada como uno más. Ellos la aceptaban y era a la única persona que permitían estar cerca. Digit, fue el gorila que logró mayor nivel de comunicación con Dian. Él permitía que la zoóloga jugara con las crías y en múltiples ocasiones le daba la mano y tocaba la trenza de Dian. Una emboscada de poachers (cazadores furtivos) acabó con el gorila mientras éste defendía su grupo familiar.
Dian apareció brutalmente asesinada la mañana del 27 de diciembre de 1985, un crimen que aún no ha sido resuelto. Sus ayudantes la enterraron en un cementerio para gorilas junto a su casa en Kerisoke. Su vida fue recordada en un libro y en una película -protagonizada por Sigourney Weaver- que tienen el mismo título “Gorilas en la niebla” (o "Light Shinning through the Mist" en inglés) y ambos documentos hacen constar que su muerte no fue en vano, pues fue sólo gracias a ella que los gorilas han tenido un futuro.
Como dato curioso mencionar que, el actor Christian Bale (si ese interesante Batman de las recientes entregas de la saga) es todo un ejemplo a seguir y un activo defensor de varias organizaciones altruistas, tales como, La fundación de Dian Fossey para salvaguardar la vida salvaje de los gorilas, Ark Trust, Greenpeace, the World Wildlife Foundation (WWF), the Redwings Sanctuary, Happy Child Mission y una escuela para los niños sin techo de Río de Janeiro.
Érase una vez, unos príncipes y princesas; pobres, sin reino y con futuros inciertos. Condenados a perder la fugaz, pero maravillosa, etapa de la infancia; obligados a trabajar de sol a sol en faenas duras y desagradables, a mendigar el pan de cada día porque son esclavos del hambre o a participar en las guerras que los mayores provocaron, con armas que les vienen grandes, porque son los reclutas perfectos: pequeños y escurridizos. Son los niños de un tal "tercer mundo" (yo sólo conozco uno; injusto, desigual y egoísta, menos mal que no existen más como ese) al que les roban la inocencia sin pudor, descaradamente. Pero hay criaturas que corren peor suerte, y esos insensatos adultos, sus padres, los venden a otros adultos más crueles capaces de ver en estos espíritus celestes a entes sexuales y los poseen, los prostituyen y los fuerzan a ejercer actividades ilegales.
¿Te ha gustado la historia? A mí tampoco. Por eso, protesto en voz alta, quiero hacer algo para cambiar el final de este cuento... Tú también podrías alzar tu voz, aunque no podamos hacer mucho más, al menos, nuestra queja será escuchada en alguna parte, nuestro sentimiento sería, poco a poco, ampliado y los personajes malvados sabrán que esperamos en nuestro cuento el "colorín, colorado".
Tan, tan, tan… Ese repicar una y otra vez. Retumban y me perturban. Esas campanas tendrían que quedarse mudas, no sonar nunca más.
Tic, tic, tic… Me acerco el reloj a la oreja y sus independientes manecillas danzarinas, cada una con un paso distinto de baile, me envuelven con una sintonía hipnotizadora, pero también me marcan el paso del tiempo.
Bum, bum, bum… ¿Y eso que suena ahora?
Tan, tan, tan… Vivir tan cerca de un campanario me hace recordar con frecuencia sacramentos en los que no creo y en los que, en cambio, mucha gente deposita su fe. Sacramentos con los que vacían sus carteras encantados porque consiguen un falso deleite que logra llenarles de gozo y satisfacciones.
Tic, tic, tic… Miro la hora, al rato repito. Sólo han pasado veinte minutos desde la última vez. Tengo la sensación de que el tiempo pasa muy lentamente, pues no parece que mañana vaya a llegar nunca.
Bum, bum, bum… Continúa sonando y no sé lo que es.
Tan, tan, tan… La vida sigue pasando, mientras la mía está estática. Sin hechos relevantes, sin eventos importantes. Cada día lo mismo, sigo sobreviviendo sin dejar marca ni huella por dónde piso. Hasta el silencio hace más ruido que yo.
Tic, tic, tic… Segundo a segundo, minuto a minuto, hora tras hora; así pasan los meses del calendario y no puedo hacer nada por evitarlo, sería batalla perdida antes de poder empezarla.
Bum, bum, bum… El sonido es cada vez más inquietante.
Tan, tan, tan… Ni el trabajo, ni el resto de distracciones me salvan de este hastío que me envuelve. Necesito un cambio. Vivir quizás en otra dimensión, en otro planeta o en otro tiempo. Este no es mi lugar, no soy pieza que encaje en ningún puzzle.
Tic, tic, tic… Si pienso en todas esas ocasiones en las que he perdido mi tiempo. Gente a la que no merecía la pena conocer, lugares en los que no tendría que haber estado, incluso noticias que no tendría que haber escuchado.
Bum, bum, bum… Tengo que averiguar de dónde sale ese sonido.
Tan, tan, tan… La banda sonora de mi vida en los últimos años. Melodía repetible de una sola nota que ya no tiene magia. Nunca me embelezó, pero al menos era soportable. Ahora ya no puedo ni quiero aguantarla más. No me agradan esos repiques. Serán ellas o yo, pero alguno de nosotros tendrá que enmudecerse.
Tic, tic, tic… Momentos que se me extravían o que ya no tengo en cuenta porque no merecen la pena. El cansancio se apoderó de mi voluntad hace mucho y ya no contemplo las fugaces imágenes de aquellos maravillosos años. En saco roto cayeron y en el olvido encontraron su morada. No serán inmortalizados porque yo no quise tenerlos presentes.
Bum, bum, bum… Es hora de rebuscar el génesis de ese susurro inquietante.
Tan, tan, tan… Campanas, campanas y más campanas que siempre escucho de fondo.
Tic, tic, tic… Junto a mí, de cerca escucho un reloj. Delator de lo inevitable. Yo no quiero, pero escucho; él si quiere y me lo cuenta.
Bum, bum, bum… Pero este retumbo si que no cesa. Tan, tan, tan o tic, tic, tic se silencian cuando lo que más fuerte suena es ese bum, bum, bum del que he conseguido advertir el origen… Son los latidos de un corazón, que late con demasiada fuerza, late de desilusión.
Lo 1º que tengo que dejar claro es que a mí el sacramento del matrimonio (y los tantos otros) me traen si cuidado [citando, un poco cambiadas, las palabras de mi querido ÓscarWilde; "en la vida de cualquier persona hay una única tragedia verdadera: el hecho de que el pasado sea siempre su amante y que su futuro sea su cónyuge"], aunque he de decir que, respeto a todo aquel que quiera pasar por la vicaría o darse el "sí, quiero" en cualquier ayuntamiento, capilla psicodélica de Las Vegas, haciendo puenting o bajo el mar a través de uno u otro rito.
Es por eso que no logro entender por qué razón cierto sector, de la población del estado norteamericano de California, se empeñe en que el gobierno apruebe una enmienda que anule el permiso que el Tribunal Supremo les concedió a los gays para que sus bodas también fueran un derecho constitucional como el de las parejas heterosexuales. Con este absurdo planteamiento, lo que ellos quieren conseguir es que fulanita no se case con menganita o que menganito no tome a fulanito por marido. Cada uno/a es muy libre de hacer con su vida lo que le plazca y nadie se tiene que creer con el poder en sus manos para decidir con quién se mete cada cuál en la cama.
Los homosexuales no son mutantes, son personas con sentimientos (eso se les olvida de vez en cuando a unos cuántos) y por lo tanto poseen todo el derecho del mundo a legalizar su amor, si eso les hace sentirse más felices. Los políticos retro y la parte intolerante de la sociedad me dan vergüenza ajena.
Existen películas célebres por sus personajes o por los actores que le dieron vida a dichos sujetos ficticios. Al mismo tiempo, hay largometrajes famosos por contar historias increíbles, curiosas y/o divertidas. Tanto unas como otras tienen algo en común: guiones que le otorgan originalidad y que tienen la habilidad de poder permanecer en nuestros recuerdos. Comienzo una nueva sección en la que mostraré un diálogo (o monólogo) de mis películas favoritas; eligiendo en esta primera ocasión, para que os deje buen sabor de boca, la escena final (siento estropeárolos a todos aquellos que aún no la habéis visto) de "Con faldas y a lo loco" = "Some Like It Hot" (Billy Wilder, 1959).
Joe (Tony Curtis) y Jerry (Jack Lemmon) van huyendo de los mafiosos que los persiguen. Ellos dos y Sugar (Marilyn Monroe) se esconden en el yate de Osgood (Joe E. Brown -¡genial su amplia sonrisa!-), que está en el muelle, para huir de los peligrosos perseguidores.
Osgood: I called mama. She was so happy, she cried. She wants you to have her wedding down. It's white lace.[Llamé a mamá. Lloró de felicidad. Quiere que lleves su vestido de novia. Es de encaje blanco]
Jerry: Osgood, I can't get married in your mother's dress. She and I... We are not built in the same way.[Osgood, no puedo casarme con el vestido de tu madre. Ella y yo... Seguro que tenemos diferente constitución]
Osgood: We can have it altered.[Podemos ajustártelo]
Jerry: Oh, no, you don't. Osgood, I gonna level with you. We cannot get married at all. [No, no puedes. Osgood, te diré la verdad. No podemos casarnos]
Osgood: Why not?[¿Por qué no?]
Jerry: Well... In the first place, I'm not a natural blonde. [Bueno... Para empezar, no soy rubia natural]
Osgood: It doesn't matter. [No me importa]
Jerry: I smoke. I smoke all the time![Fumo ¡Fumo sin parar!]
Osgood: I don't care.[Me da igual]
Jerry: ... And I have a terrible past. For three years now, I've been living with a saxophone player. [Tengo un pasado terrible. Llevo tres años viviendo con un saxofonista]
Osgood: I forgive you. [Te perdono]
Jerry: [with growing desesperation] I can never have children.[Nunca podré tener hijos]
Osgood: We can adopt some.[Podemos adoptarlos]
Jerry: But you don't understand, Osgood! [he rips off his wig and says in a male voice] I'm a MAN![¡Pero no lo entiendes, Osgood! ¡Soy un HOMBRE!]
Osgood: Well, nobody's perfect![Bueno, ¡nadie es perfecto!]
La descubrí a ella y a su mundo cuando yo vivía por tierras irlandesas. Mi compañera de piso era seguidora de sus tiras cómicas y poco a poco me convirtió en otra fan a mí también. El humor de Maitena es fresco, actual, sincero y su visión de la realidad es un reflejo fidedigno de lo que pasa a nuestro alrededor. Las obras que tiene publicadas hasta la fecha presente son:
Y en este rincón, las mujeres Mujeres alteradas 1 Mujeres alteradas 2 Mujeres alteradas 3 Mujeres alteradas 4 Mujeres alteradas 5 Curvas Peligrosas 1 Curvas Peligrosas 2 Superadas 1 Superadas 2 Superadas 3 Toda Superadas
A las mujeres que conozco, y a las que no también, os invito a sumergiros en el mundo de Maitena. En cuanto a los hombres conocidos, y a los desconocidos por supuesto, os recuerdo que deberéis ir con cuidado en este viaje, pues la sensibilidad de alguno de vosotros se podría ver dañada. Chicos, no espero que nos entendáis ni a Maitena ni al resto de las mujeres, pero al menos, supongo que os vais a divertir un rato con esta pequeña muestra de humor elegante e inteligente. ¡Qué tengáis todos un día maravilloso!
Ya está hecho, no hay vuelta atrás. Ha sido una elección meditada y he optado por mejorar mi sonrisa. Van a ser dos años muy, muy, pero que muy largos, aunque espero que el resultado merezca la pena. Hay detractores de mi decisión (empezando por mi propio padre) que pensaban que mi paleta torcida me daba personalidad y que no hacía falta mejorar nada en mi boca: dientes sanos y limpios desde que tengo uso de razón... Era hora del cambio... La metamorfosis ha comenzado y pronto, con ella, llegarán las llagas, los malestares y dolores cuando los brackets comiencen a mover los dientes, el privarte de comer pan "tostaíto", las visitas al dentista para que te eche la bronca por algo que no has hecho bien. En fin, de momento no se me quitaron las ganas de seguir sonriendo.
Depositar tu fe, esperanza, confianza (da igual como lo llames) en algo o en alguien en los tiempos que corren es una tremenda estupidez; está en juego algo importante, pues la entereza con la que te enfrentas al duro día a día flaquea por momentos con cada decepción recibida. Encontrar un trabajo que te satisfaga al 100% es imposible. Trabar amistad con gente que realmente merezca la pena es una tarea complicada. Disgustarte, de vez en cuando, con alguien de tu entorno familiar es inevitable. Y encontrar a la persona adecuada de la que poder enamorarte es el cometido más engorroso de todos.
Cada vez con más frecuencia me voy a tener que aplicar ese dicho popular del piensa mal y acertarás, ya que pensando bien o siendo buena (y tonta) me dan por "to's laos". ¿Dónde está esa femme fatale que vivía dentro de mí? ¿Cuándo se marchó que no estuve atenta a la despedida? ¿Dónde ha podido ir que sea mejor lugar que morar en mi interior? Quiero que vuelva, que le de malas contestaciones a los idiotas que se las merecen, echo de menos esa fuerza que me transmitía, ese coraje con el que se enfrentaba a la vida y esa determinación y aplomo que mostraba frente a los desengaños que algo o alguien le daban.
Una vez escuché en un peli -llamada por aquí "Como la vida misma" o "Dan in Real Life" por los mundos anglosajones- que la vida está llena de decepciones: a veces son grandes y otras son más grandes, y me parece que yo también estoy empezando a creer lo mismo.
