Llevo toda la tarde leyendo buenos propósitos y mejores deseos en las redes sociales y, la verdad, es que ya no me apetece hacer mi propia valoración de lo bueno y lo malo del 2013. ¿Por qué tanta felicidad para unos pocos? ¿Nos perdimos los míos y yo algo en la pasada nochevieja? ¿Es que no seguimos alguno de lo rituales de fin de año? Claaaaaaroooooooo, de ahí la pésima suerte, ¿verdad? ¡¡¡¡¡¿Eso dónde está escrito?!!!!! Yo sólo quería un minuto para esbozar una sonrisa y disfrutarla.
Después de haber vivido estos 365 días de llantos, unas veces de alegrías y muchas de penas, sólo quiero que den las 00.01h para pasar página y decirle adiós a estos meses de altibajos emocionales, cambio laboral, nacimiento esperado, dura despedida, bastantes decepciones y una cuantas sorpresas porque quiero, espero, deseo que el 2014 sea total y completamente distinto... Con muy poco puedo estar contenta, pero si la dicha o la pena tiene que ser la auténtica y exclusiva protagonista, ya os lo contaré el próximo 31 de diciembre.
Muchos besos para repartir. Todo lo mejor para el inminente año nuevo.
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