domingo, 14 de diciembre de 2008

Vidas curiosas II: Mozart



El nombre completo del “genio de Salzburgo” (27/I/1756) era Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Amadeus Mozart, como para tener prisa y llamarlo sin equivocarse por el camino. Considerado niño prodigio que interpretaba música mejor de lo que podía caminar: con 3 años fue capaz de tocar el piano de oídas. Con 4 sabía tocar un minué en un instrumento llamado cémbalo; también a esa edad dio muestras de saber tocar el violín. Su familia celebraba una fiesta con música de cámara y el pequeño Wolfgang estaba sentado debajo de un cémbalo. De repente salió de su escondite, cogió un violín e imploró que le dejaran tocar. Para sorpresa de los presentes, el niño tocó sin falta alguna toda la partitura. Hasta aquel entonces nunca había recibido clases de música. Con 5 años compuso un concierto para piano. Y a los 6, su padre, el director de orquesta Leopold Mozart, decidió exhibirlo por las cortes europeas junto con su otra hija, Nannerl (eso hoy en día se llama explotación infantil).



Su primer amor fue Aloysia Weber, sin embargo, como su historia no pudo ser, se casó con su hermana menor, Constanze, ya que Aloysia se había casado con otro, y claro, a falta de pan, buenas son tortas, ¿no? El matrimonio Mozart tuvo seis hijos (Raimund Leopold, Karl Thomas, Johann Thomas, Theresia, Anna Maria, Franz Xaver Wolfgang), de los cuáles sólo dos les sobrevivieron, Karl y Franz, también compositores de prestigio que siempre tuvieron que vivir a la sombra de su afamado padre.



Mozart odiaba el sonido de las flautas hasta tal punto que él fue el primero en sustituirla por el clarinete en una orquesta. Él mismo dijo: “Si hay algo peor que una flauta, son dos”.


Su gran enemigo, Antonio Salieri, en su demencia senil, llegó a admitir su culpabilidad en el envenenamiento que causó la muerte de Mozart. Pero, lo cierto es que la hipótesis más realista de la causa de su muerte fue el padecimiento de triquinosis, ocasionada por comer carne de cerdo infectada por triquina y que no había sido bien cocinada. Esta posibilidad podría explicar todos los síntomas (delirios, fiebre, sarpullidos, dolor en los miembros e inflamación) de Mozart antes de morir. Aunque, su entierro en una fosa común tapada luego con capas de cal, debido a la penosa situación económica que atravesaba, jamás permitirá que se sepa la verdad.

Cuando murió a los 35 años (5/XII/1791), había dejado un legado de 626 composiciones completamente pensadas y acabadas antes de pasarlas a papel, de manera tan perfecta en hojas de notas o en una páginas de partituras en las que casi no aparecen correcciones.

Después de todos estos cotilleos acerca de Amadeus, lo que es realmente curioso es que los biógrafos de otro genio, como Albert Einstein, lo describen como gran amante de la música y lo sitúan construyendo sus grandes teorías al mismo tiempo que escuchaba la música del inimitable Mozart... Imaginad el momento, Einstein trabajando con la teoría de la Relatividad y afianzando sus principios con el Réquiem de fondo.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, esta sección de "vidas curiosas" va a más, eh?. Muy admirable la vida de este hombre. Un auténtico genio si es que es verdad todo lo que cuentan sobre él. Lo que no me explico es cómo alguien como J.C.W.T.A.Mozart (jeje) pudo pasar sus últimos años en la más absoluta ruína y enterrado por ello en una fosa común. Su genialidad queda fuera de toda duda. ¿Crees que hay algún niño de tres años por ahí que toque el piano de oídas? :-|

PD: hoy he aprendido qué es un minué y qué es un cémbalo :-)

Besitos!!

Unknown dijo...

BUeno de verdad, no te acostaras sin saber una cosa mas
Pedro

Petardy dijo...

Los datos están todos contrastados en diferentes fuentes, así que, sin duda alguna, Mozart fue un niño prodigio, que se convirtió en genio y que murió más pobre que "Carpanta".

Kisses "pringositos" como los sandwiches fritos.