martes, 4 de mayo de 2010

Adieu, mon (dés)amour

Había escrito ya la despedida, mucho antes de contarle en aquella carta todo lo que sentía y lo confundida que estaba.


Empezó su escrito por el final porque era lo único que tenía claro; era necesario que acabaran con todo ese tiempo de ir y venir de emociones y sentimientos encontrados. Quizás había otras posibles soluciones, o tal vez decirle adiós a la persona más especial que había conocido era el único remedio para que ambos pudieran ser felices.



Tenía que plantearse muy bien la manera en la que dirigirse a él. Un simple "Hola" no estaría muy en consonancia con el tema principal de la carta: despedirse de la persona de la que se había enamorado. "¿Qué tal te va?", demasiado informal y aquello era algo muy serio. Se decidió por el cercano "Querido Néstor", pues le abriría una amplia gama de posibilidades para enfocar sus palabras hacia la dirección que tenían que tomar.




En los primeros renglones recordó el día en que se conocieron y siguió enumerando muchos de los buenos momentos que habían tenido juntos. Le juró que jamás los olvidaría (al fin y al cabo, el amor es algo maravilloso cuando es correspondido), al mismo tiempo que se secaba las lágrimas; ni debía estropear la tinta ni quería empezar a escribirlo todo de nuevo.



Después de cinco páginas y media, por las dos caras, de anécdotas llegó el momento de explicar el presente: cada uno tenía que seguir su camino; seguir juntos era impensable. Néstor había estado algo ausente en las tres últimas semanas. Siempre tenía tiempo para su trabajo, su equipo de baloncesto y los amigos. ¿Para cuando el quedar con ella? Nunca. Mientras él salía y entraba, ella no hacía otra cosa que trabajar y esperar una llamada, un mensaje o una visita. Nada de eso ocurrió.



Ya no pensaba que hubiera sido tan buena idea eso de presentarse por sorpresa para ir a pedir explicaciones, pero lo había hecho y eso no se podía cambiar. No salió de su asombro cuando su vista se encargó de demostrar lo que su intuición le venía advirtiendo: Néstor había conocido a otra chica, él ahora tenía dos amores y a ella le habían divido el suyo. En esta parte de la carta las lágrimas se convirtieron en amargo llanto. Tuvo que dejar de escribir durante un rato.



De vuelta a la escritura no culpó a nadie de lo que había pasado, pero le dejó muy claro a Néstor que tendrían que seguir por separado. Le deseó suerte y le pidió que intentara ser todo lo feliz que no logró ser a su lado. Las únicas palabras que escribió con malicia en toda la carta fue cuando le dijo que ella no descansaría hasta enamorarse de alguien que la amara de verdad, no de quién fuera capaz de dañarla más. Se despidió agradeciéndole a Néstor el haberle ensañado lo que era el (des)amor.













10 comentarios:

Unknown dijo...

Guao... que post tan bonito... me quede con ese sabor del "des-amor" en la mente y en el corazon... una situacion la de la carta que no nos es ajena.
Ojala consiga a ese alguien que le enseñe lo opuesto!
Un beso nena.
Este Mar...

Anónimo dijo...

mira , ni sé que escribir de tan cerca que me pilla este relato...maldito desamor !!
A otra cosa mariposa !!!
gros bisous !!

Ignacio J. Rivas dijo...

qué desdicha!

Mica dijo...

Mejor descubrirlo cuanto antes, porque si no una se va pillando más y más y puede ser peor. Yo no me hubiera molestado en escribir una carta, no se merecía eso. Si es verdad lo que dicen y la vida pone a cada uno en su lugar, me imagino que el suyo no será demasiado bueno, aunque sólo sea por jugar con los sentimientos de otra persona. A todos nos puede pasar, que nos enamoremos de otra persona, pero hay que tener el valor de decírselo y no engañar a nadie.Un besote enorme mi Petardy.

ulises dijo...

Cuando el novio da preferencia a sus amigos, equipo de baloncesto, etc es que no quiere estar la pareja por el motivo que sea. Lo bueno es darse cuenta pronto y dejar de perder el tiempo con esos individuos.

Quequieresquetediga dijo...

Termino la confianza que tenia en el, ha habido una gran decepcion (con engaño añadido) y, lo mejor, es que pronto morirá el (des)amor…

Gipsy dijo...

Ay, el desamor y el amor vienen de la mano. Me recuerda el poema de Antonio Gala:
"Voy a hacerte feliz: Sufrirás tanto
que le pondrás mi nombre a la tristeza"

(Muchas gracias por tu comentario en mi blog, me ha llegado muy dentro, besos).

VgGIrL dijo...

Así pasa... peor como dicen... más vale solo que mal acompañado

Lo bueno es que tú no piensas amarrarte a esa clase relación, y sabes que mereces más

Saludos :D

Musa dijo...

¿Cómo dejas que alguien se marche? ¿Cómo sabes que eso está bien, que todo cambia? ¿Cómo encuentras la forma de sentirte a gusto en la vida sin que te parta el corazón?

Lo más difícil que puedes aprender, es a decir adiós

Petardy dijo...

Fue Tagore el que dejó escrito lo siguiente, "... Y al partir serán éstas mis últimas palabras: me voy, dejo mi amor detrás". Eso fue lo que hizo la chica del relato con la carta, también lo que recientemente tuve que hacer yo y lo que, sin duda (y por desgracia), hacen miles de personas cada día en el mundo. Somos capaces de renunciar si con nuestra renuncia conseguimos la felicidad y el bienestar del ser al que amamos. Así de simple, así de complejo.