sábado, 20 de febrero de 2010

Don't Push the Button




Estaba yo tan tranquila, sumergida en un estado de sosiego al que me había malacostumbrado. Llevaba una vida, en la que, aunque no podía ignorar los problemas, al menos, los mantenía alejados. Un día cualquiera, se me acercaron, y al oído, bajito y despacio, me contaron historias [que apagada, se me habían olvidado] para aprovechar ese instante de distracción y poner mi circuito en modo activado. En este nuevo, pero no desconocido estado, comencé a tener sentimientos encontrados: con la escucha de los recuerdos de un pasado algo lejano, me sentía bien y parecía ser feliz otra vez, pero luego, a solas, sin esa vocecilla pegada a mi oreja, veía la realidad tal y como siempre me había tratado. Sin esos constantes susurros y lejos de toda (mala) influencia, no había nadie capaz de ayudarme en este otro lado. Yo no lo sabía, pero de haberlo sabido, si hubiera conocido que el manejo de mi circuíto de funcionamiento estaba justo bajo mi sistema auditivo, no hubiera permitido que el canto de las palabras llegaran a estar tan cerca. Consiguieron activarme para luego, abandonarme a mi suerte. _Arréglatelas tú, chica robot, tu frialdad y tu inteligencia artificial te ayudarán a protegerte de los malignos agentes externos_. No fue así. Me hicieron daño y para algunas partes del sistema aún no existe técnica que sea capaz de arreglarme y dejarme tal y como cuando me sacaron de la caja por primera vez. En los ratos en los que mi mente cableada busca sin cesar una solución ha encontrado una reparación momentánea: me voy a auto-desactivar. Por favor, no presiones de nuevo el botón de encendido, quiero seguir soñando, que el rato que estuve despierta no me ha agradado.

8 comentarios:

Ojos Tristes dijo...

dime donde queda ese boton para poder cambiar de estado

muy bueno

muakskks

Byron y Xinver dijo...

Lo duro, o difícil, es compaginar esos dos estados, que son complementarios, ¿no crees?

Anónimo dijo...

Petardy aqui espero a ese alguien que el sabe quien es, para que apriete mi boton y haga de mi sueño una realidad en la que cambiemos las frialdades por susurros y disfrutemos de una (mala)influencia constante.

Besos susurrados, vip!!!

El chico de ayer dijo...

¿Significa eso que nos quieres dejar? ¿Y que haría yo sin mis paseos por Petardylandia? Se me ocurre otra solución: Matener a esas malas influencias alejadas de ti. Cuidate y no nos dejes, por favor.

José Luis López Recio dijo...

La realidad es dura y cruel en muchas ocasiones, sobre todo cuando soñamos cosas que no sucederán cuando despertemos.
Un abrazo guapa

George B. Shaw dijo...

Ves cosas y dices,"¿Por qué?" Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, "¿Por qué no?".

Quequieresquetediga dijo...

Menudo culete el de la chica robot de la foto. Si tuvieramos uno tan firme como el de ella, te garantizo que habrian mas ganas por ahi de activarnos todos los botones habidos y por haber. Me gusto mucho la entrada. Corto la transmision, por hoy. Besotes.

Petardy dijo...

*seo* El botón está justo detrás de la oreja izquierda. Pon cuidado y empeño en su localicación, pues suele ser más pequeño que un lunar... Ojalá existiera :/

*Byron & Xinver* ¿Complementarios el sueño y la realidad? Creo que no.

*Anónimo* No esperes (te saldrán canas) y actúa tú.

*El chico de ayer* No me iba, sólo era un post como otro cualquiera. Mantendré las malas influencias alejadas, si es que puedo, soy un imán.

*joselop44* Querer es poder. Si hay ganas y empeño es posible hacer realidad los sueños.

*GBS* A los autores ilustres no se les discute nada.

*Quéquieresquetediga* A nadie le amarga un dulce, pero lo que se dice ganas para que me activen el sistema de arranque como que no hay demasiadas. PD: te recomiendo paseos en bici si quieres un culito potentorro :D

Besos pa'repartir.